miércoles, 30 de septiembre de 2009

Tarata


Siempre he creido que el reto más grande de un director no es su primera película, sino el hacer una buena primera película y hacer una segunda que supere a la primera. De verdad que son pocos los directores que superan esta prueba. Realmente pocos.

Fabrizio Aguilar estreno "Palomas de Papel" en el 2003. Su opera prima cultivo muy auspiciosas críticas además de tener participación en el Festival de Biarritz al año siguiente. La visión de la violencia terrorista en la sierra del Perú a través de los ojos de un niño es la historia contada en esa cinta, respaldada por una excelente producción y sólidas actuaciones.

Su segundo filme, "Tarata", no está a la altura de su predecesora. Ni mucho menos. Además, que al ser una película que ¿habla? sobre la violencia terrorista en nuestro país, la comparación es inevitable con "La boca del lobo"(Por lejos, la mejor película sobre este tema). Y en la comparación, pierde por varios puntos.

Tarata, ambientada en 1992 nos muestra la historia de Daniel, contador de una universidad nacional (presumiblemente San Marcos), que se interesa por las pintas que hacen los terroristas en las paredes de la misma y empieza a recopilarlas en una libreta. Esta recopilación se vuelve una obsesión que es uno de los pilares de la trama. Esta casado con Carla, interpretada por Gisela Valcarcel, una mujer especializada en comestología que está a punto de conseguir su sueño del salón propio gracias al financiamiento de una amiga suya. Claudia desarrolla el racismo propio de esas épocas: Cualquiera que no fuera oriundo de Lima es un potencial terrorista. Tienen dos hijos, Sofía, de 16 años y Elías, de 9 años. Este último con claras muestras de lo que la violencia hizo en los niños: vive atemorizado por los coches bomba. En casa de ellos trabaja una empleada doméstica, de la sierra del país, quien llego a Lima huyendo del terrorismo.

La película desarrolla los "efectos" que causa el atentado de Tarata en la vivencia de esta familia. Básicamente, los sueños destrozados de Claudia, el secuestro del hijo de la doméstica y la fuga de la hija mayor. Historia poco consistente, con un final flojísimo. Fotografía poco acertada y una desesperante lentitud hacen que la película se vuelva tediosa a medida que se desarrolla. Hay que reconocer que el desarrollo de la misma no es predecible.

Habían tantas pero tantas cosas que contar de Tarata: Acaso fue recién con este atentado que la clase media y alta del Perú tomo el conflicto como suyo. El abnegadísimo trabajo del Serenazgo de Miraflores en esa noche aciaga. Las historias de sobrevivencia. Los martires de la paz. Ni siquiera son mencionadas la matanza de La Cantuta, ocurrida dos días después. O la captura de Abimael, menos de dos meses después. Recursos que pudieron ser aprovechados. De hecho, la explosión en sí, solo tiene 100 segundos en la película. Si, no ha leido mal. Segundos. Claro, alguien podrá decir que el espíritu de la cinta no era mostrar el atentado en sí. Pues entonces le hubieran puesto otro nombre a la cinta.


Párrafo aparte para hablar sobre Gisela Valcarcel. Cuaja una muy sólida actuación como una mujer llena de conflictos, que ante la pasividad de su esposo, toma las riendas de una familia en momentos difíciles. Viviendo en un mundo de apariencias, lo enfrenta con una personalidad fuerte, a prueba de balas. Muy buena interpretación. Su contraparte, Miguel Iza, hace rato ha demostrado su solvencia como actor. La presencia de Lorena Caravedo como la amiga de Carla en la cinta pasa desapercibida.

En conclusión, una película que suma más decepciones que alegrías. Si la intención era que el espectador pudiera experimentar lo que vivimos los peruanos en aquella época, el resultado está muy lejano de este anhelo.

2 comentarios:

  1. Gracias Pepito por el comentario.. que pena que no la pueda ver... pero con tu blog al menos me doy una idea..

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  2. Pues, la percibo como una película sin consistencia... por mas que se esfuerza en pintar un cuadro de la sociedad clase mediera limeña, se despinta con las actuaciones. Valcarcel, muy forzada, la hija, ni que lo digas. Iza y el pequeño van muy bien.

    Yo creo que la universidad donde trabaja es La Cantuta, y el secuestro del hijo pues pinta lo que señalas.

    Al final, una decepción.

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