sábado, 7 de diciembre de 2013

A veces para alcanzar los sueños, solo basta con agitar pañuelos.

 

La Marinera es un don, un arte, una pasión

(Oscar Avilés)

 

Voy al cine desde hace 33 años. Me encanta. No encuentro modo de igualar la sensación de la pantalla grande en la casa. Ni con el mejor televisor, ni con el mejor Home Theater. No hay como sentarse en la butaca, con las provisiones necesarias, y disfrutar ahí, en la oscuridad, con la enorme pantalla, la magia del séptimo arte.

Y soy nacionalista ciento por ciento. Muy lejos de lo que dice Ollanta y compañía. Así que cada vez que entra al circuito una película peruana, me siento en el total compromiso de ir a verla. Hay que apoyar el talento peruano – Es lo que pienso cuando pago mi entrada. Pues bien, hace algunas semanas vi el trailer de “Sueños de Gloria”, la opera prima de Alex Hidalgo. Y me sentí doblemente comprometida a verla. No sólo por lo que acabo de decir sino también por la presión de mi esposa, danzante de marinera, para verla, si es posible el mismo día del estreno. Cosas van, cosas vienen, recién pudimos ir a verla a la segunda semana de proyección.

De entrada la película nos sorprende con la excelente fotografía de la cinta. Tomas muy bien cuidadas, enfoques precisos y aprovechamiento de la luz al máximo. Y cuando no terminamos de sorprendernos con la proyección que hace recordar una película americana, Zas! El protagonista de la cinta, Arturo Gamarra, se manda a cantar una marinera… inédita! Y los otros 12 personajes en escena… sacan el pañuelo y zapatean! Mejor, imposible. Ahí tome consciencia: La primera película musical peruana estaba frente a nuestros ojos.

La historia transcurre con muy buen ritmo pero predecible. Arturo es un joven común, que trabaja en una Hacienda y es bailarín de marinera, arte que aprendió de su padre, quien se dedica a la confección de trajes para danzantes y que debido a un inesperado mal, requiere una intervención de corazón. Por esto, Arturo debe ganar el Campeonato Nacional de Marinera para acceder al dinero del premio y así poder salvar la vida de su padre. Rosario es la bella hija del dueño de la Hacienda, quien esta a punto de ser enviada fuera del país para estudiar contra su voluntad, pues su sueño es abrir una Academia de Marinera. Para evitar esto, también debe ganar el Campeonato Nacional de Marinera. En el camino, habrán varios ingredientes: El novio de Rosario, su padre con aspiraciones políticas, su madre sumisa pero que al final saca las garras y los simpáticos amigos de Arturo. Hay algunos momentos hilarantes y muy bien logrados. Y claro, la marinera sigue presente… con otras cuatro marineras inéditas! Interpretadas por los protagonistas quienes no solo bailan (En realidad, han sido ambos campeones nacionales) sino que cantan en la forma exacta.

Párrafo aparte para la aparición del grande entre los grandes, Oscar Avilés (De pie, señores), quien a sus 89 años hace su debut en la pantalla grande. Nunca es tarde para una primera vez. Un placer verlo. Pero más placer escucharlo porque, como no, se manda una marinera. Y no tocando. Sino cantando. Nada menos. Su aparición paga totalmente el boleto.

En fin, una película que todo peruano tiene que ver. Increíblemente, solo durará dos semanas en cartelera. Así que vayan corriendo al cine a verla. Aquí tienen los horarios (tomados del fan page de la película)

 

Y si es que aún no se animaron, aquí tienen el tráiler

Nos vemos en el cine.