jueves, 17 de septiembre de 2009

Historia de una pasión


Tengo una gran obsesión que da alegría siempre a mi corazón. Una manía, noche y día. Una locura solo mía. Alianza Lima eres tu mi gran amor.

Todavía recuerdo la cara de susto de mi madre cuando mi tío Abraham le dijo: "El domingo me llevo a Edgarito al estadio". Para un chico super recontra archi protegido como yo, poder ir al Estadio constituia, acaso, la aventura más grande de mi vida, a mis escasos 8 años. No salía a la calle, no jugaba en la pista, no tenía computadora, ni internet, ni cable... No sé como no me suicide.

Llego el día. En mi familia materna, todos, absolutamente todos, son chalacos. Casi todos hinchas del Boys y algunos pocos del Atletico Chalaco. Mi tío Abraham quería transmitirme la tradición familiar. Por eso, me llevaba a ver un partido del Sport Boys contra Sporting Cristal. Entradas en Occidente del Estadio Nacional. Era el año 1982. Y el coloso de José Díaz estaba lejano de ser como es hoy. Aquellas escaleras que ahora me demoro al menos cinco minutos en subir y que me dejan super extenuado, fueron subidas con total prontitud. La visión me dejo congelado: El impresionante campo verde, las tribunas, la fiesta. No salía de mi asombro. Habíamos llegado dos horas antes del partido. De preliminar iba Alianza Lima con algún equipo que ahora no puedo recordar. Cuando salio el equipo me quede fascinado: La fiesta en la tribuna y el juego desplegado sobre el verde me enamoraron para siempre. En la cancha, José Velasquez, que había sido repatriado hacía poquisimo tiempo, mandaba en la cancha. Pedía la pelota, salía jugando, cabeceaba, guapeaba. Fantástico.

Yo tengo la sangre azul. Y soy del pueblo porque el pueblo es mi Perú. Tengo 100 años de grandeza. De los pies a la cabeza. Enamorado vivo de la blanquiazul.

Termino el partido con triunfo blanquiazul. Luego vino el cotejo entre Boys y Cristal. No recuerdo como termino ni nada por el estilo. Solo recuerdo a mi tío Abraham diciéndome: Cuando seas grande, siempre vendrás a ver al Boys. Pobre mi tío. No debio llevarme tan temprano. Habia descubierto el color de mi corazón (Sin hacer ningún test del Facebook): Azul y blanco.

Ole ole ola ola. Siento en el pecho la necesidad. Una pasión que me hace delirar. Alianza Lima es mi gran amor. Ole ole ola ola. Aqui en la Sur te quiero más y más. Vivo saltando loco sin parar. Alianza Lima vamos a ganar.

Desde ahi la historia ha sido intensa. Alianza Lima no es sólo mi club. Es una de mis pasiones. Pasión que me arranco lágrimas en la desgracia de 1987. Pasión que me hizo caminar sobre un enrejado caido para llegar a la cancha en el campeonato del 97, después de haber goleado a Melgar. Pasión que me lleva al estadio siempre que juega Alianza en Lima. Siempre. Pasión que me hizo enfermarme una vez cuando Alianza perdió con el Alfonso Ugarte en Puno. Primer partido que veia en televisión. Pasión que estallo hoy cuando Velasquez hizo el gol esta tarde al Ancash.

He conocido el dolor. En Ventanilla un mar de penas me enseño a ser más grande todavía porque, en fin, así es la vida. Y hasta Dios Alianza Lima te escogio




Nunca falta el impertinente que quiere ponerse a discutir de clubes. Y mi respuesta es la de siempre: "Disculpa, pero no discuto con hinchas de sillita. No me hables de que eres hincha, si nunca te rompiste la garganta en la tribuna". Hinchas de televisión que discutan con hinchas de televisión. Yo no estoy en ese grupo.



Para finalizar, un video muy simpático con uno de los tantos himnos íntimos






(*) La fotografía del inicio es cortesía del blog http://zonagrone-akarito.blogspot.com/

4 comentarios:

  1. Buena entrada estimado Edgar... aunque mis rumbos no me llevaron primero al Nacional sino al Lolo Fernandez, en Breña.

    Desde entonces supe que mi sangre no es roja, es crema!

    Un abrazo
    MAHOTIS

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  2. Buena entrada estimado Edgar... aunque mis rumbos no me llevaron primero al Nacional sino al Lolo Fernandez, en Breña.

    Desde entonces supe que mi sangre no es roja, es crema!

    Un abrazo
    MAHOTIS

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  3. Excelente relato mi hermano... digno de un aliancista de corazón... Definitivamente estabas predestinado a ser hincha de club mas grande del Perú.

    Concuerdo 110 % contigo con que un verdadero hincha... es aquel que se gasta sus pocos soles para ir al estadio... que como la mayoria empezó gritando en la svr y llegando con la misma ilusión a todos los partidos... siempre apostando por Alianza...

    Alianza simplemente una forma de vivir... desde mis 6 años casi 7 comparto esta pasión...

    Arriba Alianza

    Luis Angel... pronto mi pequeña historia...tambien

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  4. Gran relato, puedes cambiar de esposa, de país, hasta de sexo (exagerado no? pero se puede?) pero jamás, de los jamáses podrás cambiar de sentimientos, de vocales tal vez, pero nunca de sentimientos, esa es la gran diferencia.

    Me encantó eso de discutir con hinchas de sillitas!, muy bueno. Hay que llorar en un estadio, recibir palazos en la espalda, putear, sufrir, que tus jefes te vean gritar por la TV, y que aún así te respeten ese sentimiento....es muy grande. Así somos, aliancista, y punto.

    Un abrazo
    OscarQ
    Santiago de Chile

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